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¿QUÉ ES UN ERP PARA INDUSTRIA?

Un ERP Industrial es un sistema de gestión encargado de centralizar la información generada, cubriendo todas las necesidades que tiene la empresa durante la producción como pueden ser la planificación, la fabricación, control de almacenes y stocks (logística) y los trámites administrativos. 

Uno de los principales objetivos de la industria es mejorar los procesos de producción y hacerlos cada vez más eficientes. Para lograrlo, hay que realizar un correcto seguimiento de los mismos y analizar los resultados obtenidos para poder tomar decisiones lo más acertadas posibles. Dentro de este seguimiento es indispensable el uso de KPI de producción.

Aunque cada vez más empresas disponen sistemas para controlar y monitorizar los procesos productivos de la empresa, todavía quedan algunas que siguen gestionando los procesos de manera manual. Al no disponer de tecnología como el Sistema de ejecución de la producción (MES) suelen surgir una serie de problemas importantes que generan un impacto negativo en la productividad y la economía de la empresa.

Uno de los principales objetivos de la digitalización de las industrias es facilitar su gestión mediante la implantación de software. Dos de los sistemas más utilizados son el sistema ERP y el sistema CRM.

La calderería es una disciplina que tiene una gran importancia en el mundo industrial y su objetivo se centra en la construcción de estructuras metálicas como pueden ser depósitos u otros productos. Este sector cuenta con un nivel muy alto de industrialización y complejidad, por ello es indispensable un sistema ERP industrial que abarque todas las áreas de la organización para obtener un rendimiento adecuado.

A día de hoy, contar con un sistema ERP es uno de los puntos esenciales para poder hacer frente a la alta competitividad de las empresas en los mercados actuales y mejorar su eficiencia y productividad.

Los sistemas ERP se ha convertido en un recurso vital para las empresas, ya que son una de las mejores alternativas para gestionar de forma eficiente la empresa, incrementando la productividad y competitividad.

Durante los últimos años las empresas han experimentado una transformación digital acelerada e irrevocable, con el fin de adaptarse a las nuevas tecnologías, a los nuevos modelos de trabajo y a las dificultades generadas por la COVID-19, afectando tanto a nivel comercial como al modelo de trabajo.